Morris Berman y la Edad oscura americana


Algo que siempre me ha dado que pensar es la labor del historiador en un ámbito que no sea el pasado. Normalmente, las respuestas que solemos oír son del estilo la Historia nos ayuda a comprender nuestro presente, o la Historia nos permite aprender de los errores del pasado; pero si aceptamos que la historia nunca se repite, ¿podría, el historiador, tener un papel en un ámbito de estudio que no fuera el pasado?.
Personalmente, siento gran interés por fenómeno de la mundialización en todos sus ámbitos. Un fenómeno en curso en el que expertos de todos los campos han dado su parecer, véase economistas, politólogos, sociólogos, juristas... pero ¿cual sería el papel como historiador en un fenómeno presente?, ¿es viable que un historiador, como tal, pueda ofrecer predicciones de las consecuencias de fenómenos actuales, o éste sería un ejercicio que se escaparía de sus competencias?.
He escuchado respuestas como eso es trabajo de sociólogos, o algunas cosas por el estilo; y dejando a un lado el debate interdisciplinar dentro de las ciencias sociales -quizá desde Durkheim o incluso anteriormente- como la indefinición de las fronteras entre Historia social o Sociología histórica, o la investigación interdisciplinar que para algunos queda reducida a intromisión profesional; la verdad es que es un tema bastante complejo.
Con respecto a este tema recomiendo el artículo ¿Puede el historiador estudiar su presente? de Fabián Bustamante dónde, entre otras cosas, expone los argumentos de autores como Julio Aróstegui respecto a la viabilidad de este campo de investigación; y respecto al tema mencionado anteriormente, el artículo Historiar la Globalización publicado en Tapera, donde se formula el debate sobre distintas metodologías al abordar este estudio.

Esta introducción viene al hilo del artículo que podéis leer a continuación, donde el crítico historiador estadounidense Morris Berman expone su visión sobre el ocaso estadounidense estableciendo analogías con la caída del Imperio romano. A continuación, el artículo:

La posición de hegemonía que Estados Unidos muestra ante el mundo es sólo una burbuja, la cual se romperá en cuanto países como Japón o los que pertenecen a la Unión Europea dejen de apoyar su economía, aseguró el ensayista e historiador estadunidense Morris Berman, de quien ya circula en librerías su obra más reciente, Edad oscura americana: la fase final del imperio, publicada por la editorial independiente Sexto Piso.

Ese libro, indicó el historiador, es la secuela de su ensayo El crepúsculo de la cultura americana. “Cuando escribí éste –explicó– no tenía idea de que iba a escribir una secuela, el motivo fue derivado del 11 de septiembre. El primer libro es una comparación entre el Estados Unidos actual y el imperio romano tardío. La comparación se basó en factores interiores, estructurales de las dos civilizaciones.

“Sin embargo, después del 11 de septiembre fue claro que se me olvidó el factor más relevante: Roma fue invadida, fue claro que olvidé la parte más importante”.

El primer volumen fue sobre el crepúsculo, el segundo acerca de la noche, pero actualmente “no es posible escribir un libro sobre el amanecer. La historia no es así, sería bueno, pero ya sería ficción, una fantasía. En el caso de Roma hubo un amanecer, pero no en Roma, sino en el norte del territorio del imperio romano. Mi predicción es lo mismo para Estados Unidos. Creo en el espíritu humano, pero ese espíritu humano ya no existe en Estados Unidos”.

Secuelas en México y Canadá

En Edad oscura americana, Morris Berman afirma que Estados Unidos se encuentra “a un ataque terrorista” de convertirse en un Estado policial.

Al respecto, el especialista manifestó en entrevista: “En papel ya tenemos un estado policial, porque tenemos una ley que legaliza la tortura. Así que ya tenemos la situación de un Estado policial” que cuenta con el apoyo de buena parte de la población a raíz del 11/S.

En España ocurrió lo contrario: “Después del ataque del 11 de marzo, la población votó contra (José María) Aznar, porque los españoles comprendieron que la causa del ataque fue la conexión, el vínculo, entre Aznar y (George W.) Bush. En Estados Unidos la gente reaccionó diciendo, ‘¡ay, protección’ y con gran miedo. Europa no es Estados Unidos: en el viejo continente las personas piensan, pero no en Estados Unidos, donde todo es visceral, todo es reacción y esa primera reacción es protegerlos y, ¿quién va a protegerlos?, dicen que Bush.

“En mi opinión, Bush es la causa de nuestros problemas pero esta posición es la del uno por ciento de la población. La reacción contra Bush ahorita no es sobre la base moral o que la política exterior es absurda, no, es porque estamos perdiendo la guerra; esa es la causa de la oposición a Bush, si la guerra fuera un gran éxito, él sería muy popular, de eso estoy seguro.”

Es evidente que toda esta situación afecta a México y también a Canadá, por la cercanía fronteriza. “Sin esa proximidad la reacción es muy diferente. Por ejemplo, América del Sur donde muchos gobiernos son de izquierda y es posible que un líder de un país sudamericano, es decir, Hugo Chávez, vaya a la Organización de las Naciones Unidas y diga que el presidente de Estados Unidos es el diablo. Eso no lo podría hacer ni (Felipe) Calderón ni (Andrés Manuel) López Obrador porque la dependencia económica es muy grande.

“Pero yo veo un movimiento en Latinoamérica para aislar a Estados Unidos y en mi opinión esta separación sería saludable para América del Sur, porque los intereses de Estados Unidos son sólo Estados Unidos.”

Más información en Grim View of a Nation at the End of Days (The New York Times)

FUENTE
MONTAÑO GARFIAS, Ericka. Imposible, escribir un libro sobre “el amanecer” de Estados Unidos [en línea]. [México]: La Jornada, 2007 [Consulta: 16/12/2007] http://www.jornada.unam.mx/2007/12/15/index.php?section=cultura&article=a04n1cul

IMÁGEN
Morris Berman
TROTTER, Jhon. Morris Berman [en línea].[Nueva York] The New York Times, 2007 [Consulta: 16/12/2007] http://www.nytimes.com/2006/06/16/books/16book.html?partner=rssnyt&emc=rss


1 comentarios:

Anónimo dijo...

Soy un iniciado lector en este autor y tengo un comentario sobre que no existe una repeticion de los hechos historicos. Esto tiene valor cuando se mira la historia como acontecimientos o hechos que se suceden. Si lo vemos desde las personas, podemos observar que se repiten las emociones del poder sobre otros, y sus efectos